Frotando la pinga contra su coño depilado
La esposa caliente esta todo el día en casa, pensando en un buen polvo. Esta vez quiere leche en sus bragas. Tiene en mente masturbar a su marido; pero fue algo mejor, ahí parado agarra su pinga e inicia un frotamiento riquísimo contra su vagina rasurada hasta tener toda la leche en su calzon. A su marido le gusta que frote su polla contra su coño rasurado, que meta la puntita y se pajee rozándose con sus labios y su clítoris.